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Virgen de Guadalupe II: Francisco Antonio Vallejo
En el año de 1751, el Cabildo del Santuario de Guadalupe solicitó a Miguel Cabrera, a la cabeza de los más afamados pintores de entonces, entre ellos Francisco Antonio Vallejo, José de Ibarra, Juan Patricio Morlete Ruiz, José de Alzíbar y Manuel Osorio, que dictaminara si la imagen era o no obra de industria humana. El estudio reveló que la imagen estaba realizada en cuatro técnicas jamás practicadas por nadie sobre una superficie y menos aún sobre una tela tan burda como un ayate.

Virgen de Guadalupe I: Cuatro apariciones
El desarrollo del culto e iconografía de la Virgen de Guadalupe durante la época colonial, se basa, entre otros textos, en el Nican Mopohua, escrito en que se narran las apariciones de la Virgen.
En este cuadro de José Padilla, pintado en 1759, se muestra la imagen rodeada por cuatro medallones con las escenas de las apariciones. La composición se enriquece con los angelillos que sostienen coronas de rosas y oro. Se observa una filacteria con la frase en latín "Nada semejante hizo con ninguna otra nación".

Diosas mexicas VII: Tlazoltéotl
Diosa del amor carnal, relacionada con la luna y con el nacimiento. Muchas veces, se le representa dando a luz.
Sahagún escribió sobre ella: “tenía poder para provocar la lujuria, y para favorecer cosas carnales, y después de hechos los pecados decían que tenía poder para perdonarlos” y por ello era conocida también como “comedora de cosas sucias”.

Diosas mexicas VI: Xochiquetzal
La joven diosa de la belleza y el erotismo, era patrona de las tejedoras, los orfebres, las artes y las damas de la noche.
Vivía hilando y tejiendo, cuidando de hombres y dioses pero era invisible porque los enanos y los corcovados cuidaban celosamente de ella. Durán la describe como “una mujer moza. Tenía unos zarcillos de oro y en las narices un joyel de oro colgado que le caía sobre la boca. En ambas manos tenía dos rosas labradas de plumas, con muchas estampitas de oro, y tenía los brazos abiertos como mujer que bailaba”.

Diosas Mexicas V: Chicomecóatl
“Siete serpiente” o Chicomecóatl era el nombre que recibía la diosa del maíz.

Diosas Mexicas IV: Cihuacóatl
Cihuacóatl, “mujer serpiente”, también recibía el nombre de Yaocíhuatl “mujer guerrera” o Tonantzin “Nuestra madre”. Fue ella quien molió los huesos que rescató Quetzalcóatl del Mictlán para crear a la humanidad.

Diosas mexicas III: Coyolxauhqui
Hermana de Huitzilopochtli, Coyolxauhqui “la de los cascabeles en el rostro”, al enterarse de que su madre, Coatlicue, estaba embarazada trató de matarla junto con sus hermanos los cuatrocientos huitznahua, pero en el último momento nació Huitzilopochtli quien la despedazó. Arrojó su cabeza al cielo donde se convirtió en la luna, y sus hermanos en las estrellas.

Diosas mexicas II: Cihuateteo
Diosas mexicas II: Cihuateteo
Eran mujeres que habían muerto en el primer parto. Ayudaban al sol en su recorrido por el cielo, recogiéndolo en el cenit y llevándolo hasta occidente.