La Virgen de la Silla es una de las pinturas más conocidas de Rafael Sanzio, artista italiano del renacimiento. En ella, Sanzio pintó a la Virgen María en una acogedora escena donde carga a Jesús en su regazo y lo abraza acercándolo a su pecho.

Esta pintura ha sido admirada por estar elaborada sobre un fondo redondo; por la mirada de la Virgen, quien dirige sus ojos directamente al espectador; y por el codo del niño Jesús que se encuentra justo en el centro de la obra y da la impresión de estar saliendo del cuadro.

Cassini copió este enternecedor retrato en 1807, utilizando acuarela sobre marfil. En su reinterpretación, conservó los colores ajenos a la tradición iconográfica de la Virgen María así como la silla que da nombre al retrato, pero sacó del cuadro la figura de San Juanito.

Actualmente, esta obra forma parte del Acervo histórico de miniaturas del Museo Nacional de Historia, conoce más de ella en la Mediateca INAH.

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