La presencia militar de México en la Segunda Guerra Mundial estuvo representada por el Escuadrón 201, el cual estaba integrado por 300 hombres quienes entraron en acción en junio de 1945, es decir, poco tiempo antes de que el conflicto bélico llegara a su fin.

Pocos días después de la agresión japonesa a Pearl Harbor, ocurrida el 7 de diciembre de 1941, México rompió relaciones con Alemania, Italia y Japón, las potencias que conformaba el Eje. Sin embargo, lo que marcaría la pauta para que el presidente Manuel Ávila Camacho oficializara el ingreso de México en la guerra fue el hundimiento de dos barcos petroleros mexicanos, el Potrero del Llano, hundido frente a las costas de Florida el 13 de mayo de 1942 y el Faja de Oro destruído siete días después.

La colaboración de México con los aliados en un principio se limitó a defender el territorio nacional, en especial la península de Baja California, ante el peligro de que Japón la invadiera con el fin de utilizarla como base para atacar California. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos presionó para que México se hiciera presente en el frente de batalla con una “fuerza simbólica”. Por tal motivo Ávila Camacho decidió enviar el Escuadrón 201, el cual partió a un campo aéreo en Texas en donde recibió entrenamiento y el 27 de marzo de 1945 fue trasladado a las Isla Filipinas para entrar en acción en junio siguiente.

Los pilotos mexicanos habían comenzado a atacar las posiciones japonés en Formosa cuando, el 6 de agosto del mismo año, la aviación estadounidense lanzó sobre Hiroshima la primera de las bombas atómicas que obligaron a Japón a rendirse, acelerando así el final de la Segunda Guerra Mundial. Con la intervención del Escuadrón 201, México pudo figurar entre las naciones victoriosas y así participar en las conferencias internacionales celebradas en la posguerra.

Estas fotografías del Escuadrón 201 pertenecen a la colección Archivo Casasola de la Fototeca Nacional, conócelas en la Mediateca INAH

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