Tras la incursión de los españoles al territorio que posteriormente sería denominado Querétaro, no se logró un total sometimiento de los naturales, quienes combatían tenazmente a los españoles.

El 25 de julio de 1531 se desató una encarnizada batalla que se prolongó hasta el día siguiente y concluyó con la rendición de los atacantes. Se cuenta que, durante este enfrentamiento, se apareció el apóstol Santiago con su caballo blanco para ayudar a los españoles a conseguir el triunfo, quienes decidieron levantar la Cruz de los Milagros en agradecimiento. Por esta leyenda, Fernando de Tapia le dio a la población el nombre de Santiago Querétaro. El 27 de octubre de 1537 se erigió el pueblo por cédula real, en 1609 fue declarada Villa y, en 1665, el rey Fernando IV le concedió el título de “Muy Noble y Leal Ciudad”.

En este óleo sobre tela se representa el Escudo de armas de Querétaro, el cual está dividido en cuarteles que aluden al mito de su fundación, con la aparición milagrosa de Santiago Apóstol y la Santa Cruz; se representa también el trigo y la vid, símbolos de la fertilidad de las tierras queretanas. Esta pintura forma parte de la colección del Museo Regional de Querétaro. Conócelo en la Mediateca INAH.

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