Coronación de Iturbide

Coronación de Iturbide
La pintura narra la coronación de Iturbide en el interior de la Catedral de la Ciudad de México, un 21 de julio de 1822, con el pueblo expectante como testigo.
Entre el abrazo militar y religioso, Iturbide recibe la corona y su imperio representa los primeros momentos de la era soberana e independiente del país. Meses después, el 27 de noviembre de 1821, el cronista de la Gaceta Imperial relataría el logro alcanzado por el Ejército Trigarante: “con solo haberse logrado la libertad de nuestra Patria, sin desorden, sin efusión de sangre, sin destrozo de fortunas, y para decirlo de una vez, sin guerra”.