San Lorenzo, diácono de la iglesia romana y patrón de los archivistas y de los bibliotecarios, fue martirizado en el año 258 por órdenes del emperador Valeriano.

Al iniciar su pontificado, en el año 257, Sixto II ordenó como diácono a San Lorenzo y le encargó la administración de los bienes de la Iglesia, así como el cuidado de los pobres. En ese mismo año el emperador Valeriano promulgó un edicto con el que se iniciaba la persecución de los cristianos, muchos sacerdotes y obispos fueron condenados a muerte.

El 6 de agosto de 257 el Papa Sixto II fue crucificado. Tras su muerte se le solicitó a San Lorenzo que entregara las riquezas de la Iglesia que tenía bajo su resguardo y él pidió que se le dieran tres días para poder recolectarlas y cumplir con la orden. Llegado el plazo, San Lorenzo acudió a cumplir el mandato, acompañado por los pobres y los discapacitados, a quienes presentó como los verdaderos tesoros de la Iglesia. Por no acatar las órdenes del emperador, fue quemado vivo el 10 agosto, fecha en la que se venera su martirio año con año y es considerado el patrón de los archivistas y de los bibliotecarios.

Este óleo sobre tela con la imagen de San Lorenzo se exhibe en el Museo Regional de Michoacán, Nicolás León Calderón. Conócelo en la Mediateca INAH

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