CONTENIDOS

534,547 

TEMAS MÁS BUSCADOS

FOTOTECA NACIONAL

PUBLICACIONES

PATRIMONIO MUNDIAL

ACERVOS Y FONDOS

  • Acervo de armas - Museo Nacional de las Intervenciones

    Armas de fuego

    El Museo Nacional de las Intervenciones toma su nombre en recuerdo de la batalla del 20 de agosto de 1847, en la cual las fuerzas mexicanas enfrentaron, con el apoyo del Batallón irlandés de San Patricio, al ejército invasor norteamericano. Se localiza en la colonia San Diego Churubusco en la Delegación Coyoacán en el Convento de Churubusco de Nuestra Señora de Los Ángeles, de fundación franciscana. Como parte de la colección permanente que resguarda el inmueble, se encuentra un acervo de armas, el cual abarca desde la segunda mitad del siglo XVIII a la segunda década del siglo XX y consta de 56 piezas, de ellas 46 son armas portátiles y 10 de artillería, siendo las más antiguas dos cañones fundidos en 1767 y 1777 y las más modernas 3 fusiles Mauser del año 1912. Además, el conjunto ofrece ejemplares de los principales sistemas o mecanismos de disparo que se emplearon en dicho periodo histórico, a saber, la llave de sílex, la llave percusión y diversos sistemas de retrocarga y repetición. Sólo el 30 % de estas armas es original del antiguo Museo Histórico de Churubusco, antecesor del actual museo dedicado a la historia del intervencionismo en nuestro país, el restante 70 % proviene de préstamos indefinidos de las bodegas del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec; del Museo Fuerte de San Diego, Acapulco, Guerrero; del Museo Cuauhnáhuac, Cuernavaca, Morelos; entre otros y se tiene un caso de adquisición por compra directa a un particular, registrada en el año de 1982, se trata de una carabina Winchester modelo 1886.

    VER MÁS
  • Colección Carlos Jurado - Fototeca Nacional

    Fotografías

    En 1984, el pintor y fotógrafo chiapaneco Carlos Jurado (1927) participó en la creación del Museo de la Fotografía en Pachuca, Hidalgo. Con este motivo impartió un taller y realizó tomas que pasaron a formar parte del acervo, junto con otros materiales que generosamente donó. Se trata de 191 piezas (184 negativos y 7 positivos) realizadas entre 1974 y 1984. La colección se incrementó posteriormente en los años 2006 y 2012 con la entrega de 290 negativos del autor tomados con sus múltiples cámaras estenopéicas. Se trata de tomas efectuadas en el interior de su casa en Ciudad de México, de viajes por Francia, Islandia y Nueva  Zelanda. Con formación en artes plásticas, Jurado fue miembro del Taller de Gráfica Popular (TGP), y ha desarrollado una importancia labor pictórica. También ha promovido la utilización de la fotografía estenopeica y los procesos antiguos, aunado al uso de materiales modernos, donde combina su formación pictórica y su interés por la investigación técnica.

    VER MÁS
  • Colección Gustavo Díaz Ordaz - Fototeca Nacional

    Fotografías

    El 22 de mayo de 1980, Silvia García de Alba de Rojo Lugo, esposa del licenciado Jorge Rojo Lugo, gobernador del estado de Hidalgo (1975-1976 y 1978-1981), hizo entrega de este material a la Fototeca Nacional. Seguramente su origen es la oficina de prensa de la Presidencia de la República. 

    Poblano de origen, Gustavo Díaz Ordaz (1911-1979) era abogado de profesión. Fue presidente del Supremo Tribunal de Justicia, vicerrector de la Universidad de Puebla, diputado federal, senador, Secretario de Gobernación y presidente de la República de 1964 a 1970. Su gobierno fomentó el desarrollo económico de México. Impulsó un plan agrario integral, la industrialización rural y al sector petrolero, así como la infraestructura hidráulica y eléctrica. Durante su gestión se inició el levantamiento aéreo fotogramétrico del territorio nacional, se promulgó la nueva Ley del Trabajo, se otorgó el voto a los jóvenes de 18 años, se emprendió la construcción del Sistema de Transporte Colectivo Metro en la Ciudad de México, y se incrementó el presupuesto destinado a la educación pública. 

    Sin embargo, la dura represión contra el movimiento estudiantil de 1968, que culminó con la sangrienta matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de ese año –poco antes del inicio de los Juegos Olímpicos– ha marcado su gestión. Los materiales registran la cobertura fotoperiodística de las actividades presidenciales, incluyendo inauguraciones, giras nacionales e internacionales, visitas oficiales, reuniones con confederaciones y sindicatos, etcétera. Queda pendiente el estudio de las imágenes de este fondo, el cual está integrado por 7,067 piezas (6,878 negativos y 189 positivos).

    VER MÁS
  • Colección Juan Antonio Azurmendi - Fototeca Nacional

    Fotografías

    Esta colección, compuesta por 372 piezas (265 negativos y 107 positivos) tomadas alrededor de 1890 y 1905. Ingresó a la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia en abril de 1981, gracias a la generosidad de la familia Horcasitas Azurmendi. Esta peculiar colección fotográfica perteneció a Juan Antonio Azurmendi y, en términos generales, podemos considerarla como fotografía de familia. En ella aparecen los retratos de él, de su esposa Dolores de Teresa y de sus dos hijas; los bienes y propiedades familiares, como la fábrica textil La Colmena; además de vistas de los alrededores de la Villa Nicolás Romero, en Tlanepantla, Estado de México, donde se ubicaba la fábrica. Los viajes también fueron sujeto fotográfico, de manera que encontramos tomas tanto de sus paseos en la inmediaciones de la Ciudad de México como de sus vacaciones en Europa. Sumamente atractivas resultan las fotografías tomadas en los interiores y el jardín de la finca de su propiedad, en la calle Sadi Carnot de la colonia San Rafael, en la capital. Dentro de este conjunto sobresale una serie de singulares tomas el proceso constructivo del inmueble. Los empleados domésticos aparecen muchas veces, acompañando a la familia o incluidos en el registro de la mansión. En algunas imágenes asoman amigos y otros miembros de las parentelas Azurmendi y De Teresa, acaudaladas familias porfirianas.

    Como ha mostrado Patricia Massé, si bien las placas no llevan firma, es posible reconocer en esta colección un origen común, atribuible tanto a cuestiones estilísticas como técnicas. Es claro que en el conjunto hay más de un fotógrafo, aunque también es evidente un punto de vista similar, propio de una misma clase social. Azurmendi o los fotógrafos que efectuaron las placas, operaron por lo menos con dos equipos: uno con tripié y otro portátil. El primero corresponde a la tecnología fotográfica más usual durante la segunda mitad del siglo XIX; el segundo, en cambio, se volvió popular al despuntar el XX. Es posible que en la casa existiera un cuarto oscuro.

    Estilísticamente hablando, en las imágenes es apreciable una coherencia estructural sustentada en los principios de la perspectiva y en un orden que garantiza la visualización de un espacio inteligible. En dos de las piezas, con imágenes poco representativas de su temática característica, están inscritas las iniciales J. A. del propio Juan Antonio Azurmendi, y en piezas de otras colecciones se ha constatado su firma en algunas impresiones. Las imágenes remiten al perfil de un aficionado que tomaba fotografías por placer y que se mantuvo al margen de la práctica profesional como vía de sustento. Se trata, desde luego, de un aficionado conocedor, diestro en el manejo de equipos fotográficos y con interés por la experimentación, que en este caso va desde la manipulación a la que somete algunos negativos para alterar la imagen, hasta el juego con la figura del propio fotógrafo.

    VER MÁS
  • Colección Cien Fotógrafos Contemporáneos en México - Fototeca Nacional

    Fotografías

    En 2006 la dirección del Sistema Nacional de Fototecas planteó un programa de donación encaminado a incrementar el acervo patrimonial en material de fotografía contemporánea, con autores –mexicanos y extranjeros– que hayan efectuado aportaciones al campo fotográfico, a través de los diversos géneros, de 1980 en adelante. La lista de autores, cubre el vasto territorio mexicano, e indudablemente no se circunscribe solo a cien autores.

    Esta colección permitirá a futuras generaciones comprender y estudiar el México de nuestros días. Si bien se observa en algunos autores la influencia o la referencia a la producción de reconocidos antecesores, en la gran mayoría resulta evidente un discurso propio resultado de las búsquedas formales y estéticas. En términos generales las obras seleccionadas son un buen ejemplo del quehacer fotográfico contemporáneo. Coinciden tanto la fotografía documental y el retrato, como la realizada con fines conceptuales y plásticos. Las técnicas empleadas van desde la tradicional fotografía plata/gelatina, hasta la procesada e impresa vía digital, pasando por la de color y procesos históricos como el platinotipo.

    La colección se incrementa anualmente y hasta el momento cuenta con 517 impresiones fotográficas de más de noventa autores, en orden alfabético: Luis Agundis, Benjamín Alcántara, Lourdes Almeida, Yolanda Andrade, Eduardo Arco, Patricia Aridjis, Lorenzo Armendáriz, Ángela Arziniaga, Nadia Baram, Carolina Bello, María Di Paola Blum, Adrián Bódek, Enrique Bordes Mangel, Byron Brauchli, Dante Busquets, Jorge Camarillo, Lorena Campbell, Carlos Cano, Ana Casas, Mónica Cárdenas, Alejandro Cartagena, Tomás Casademunt, Ulises Castellanos, Cia de Foto, Gilberto Chen, Waldemaro Concha, Marco Antonio Cruz, José Luis Cuevas, Vittorio D´Onofri, Héctor Vicario, Paola Dávila, Maru de la Garza, Ireri de la Peña, Alfredo De Stéfano, Marianna Dellekamp, Alex Dorfsman, Erick Estrada Bellman, Miguel Fematt, Gabriel Figueroa Flores, Julio Galindo, Federico Gama, Ricardo Garibay Ruíz, Abigaíl González, Manuel González de la Parra, Silvia González de León, Vicente Guijosa, Alejandra Guzmán Orta, Marco Antonio Hernábdez Badillo, José Hernández Claire, Graciela Iturbide, Jesús Jiménez, Carlos Jurado, Carlos Lamothe, Bela Límenes, Juan Rodrigo Llaguno, Luis / Caballo, David Maawad, Patricia Martín, María Eugenia Martínez Juache, Lilia Martínez, Francisco Mata Rosas, Adrián Mendieta, Víctor Mendiola, Juan Pablo Meneses, Pedro Meyer, Fernando Meza, Edward Montañez, Fernando Montiel Klint, Gerardo Montiel Klint, Loreto Morales, Rodrigo Moya, Kenia Nárez, Oscar Necoechea, Juan José Ochoa, Saraí Ojeda, Roberto Ortíz Giacoman, Mauricio Palos, Armando Cristeto Patiño, Rubén Pax, René Peña, Dulce Pinzón, Ramón Portales, Ernesto Ramírez, Humberto Ríos, Carla Rippey, Everardo Rivera, Oswaldo Ruíz, Katiuska Saavedra, Isabel Ruíz, Guillermo Serrano, Jean Sidaner, Carlos Abraham Slim, Alberto Tovalín, Domingo Valdivieso y Lorena Velázquez.

    VER MÁS
  • Colección de cerámica - Museo Nacional del Virreinato

    Piezas históricas

    Exhibe ejemplos de mayólica o talavera de Puebla, entre los que destacan piezas de vajillas y azulejos. De estos últimos, los más importantes son los que decoran la Casa de Loreto, el Relicario de San José, el piso del Camarín de la Virgen y la Capilla del noviciado.

    VER MÁS
  • Colección Expedición Cempoala - Fototeca Nacional

    Fotografías

    Conocida como Colección Teoberto Maler, sabemos hoy que este conjunto de imágenes procede de la expedición a Cempoala que, entre agosto de 1890 y abril de 1891, dirigió Francisco del Paso y Troncoso –entonces director del Museo Nacional-, para obtener materiales que serían enviados a Madrid por motivo de las celebraciones del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América. El autor, galardonado con medalla de plata en esa ocasión, fue Rafael García, posiblemente adscrito a la Secretaría de Guerra, aunque debió ser fundamental la visión de Del Paso y Troncoso, conocido aficionado a la fotografía.

    La incorrecta adjudicación a Maler se originó en la extraordinaria calidad del registro realizado por García, también característico del fotógrafo alemán, de quien, por otro lado, se conservan imágenes en otros fondos.

    Cempoala o Zempoala, en Veracruz, es considerada la segunda ciudad prehispánica más importante del estado después de El Tajín, sitio que también fue visitado por los expedicionarios, en 1519, cuando Hernán Cortés y sus tropas llegaron al reino de Cempoala quedaron deslumbrados por la magnificencia de sus edificios, cuyos estucos, decorados con pintura a base de conchas marinas, les hicieron pensar que las pirámides estaban hechas de plata y que se trataba de la mítica ciudad de El Dorado. Cempoala jugó un papel determinante para la caída del imperio mexica, ya que allí indígenas totonacos, que estaban sometidos al yugo de Tenochtitlán, se integraron al ejército de Cortés. Las consecuencias de la Conquista y la epidemia de viruela marcaron su decadencia, y la ciudad fue abandonada en el mismo siglo XVI. El valor del sitio encajaba perfectamente con las vertientes que se privilegiaron en la Exposición de 1892: la muestra de las antigüedades prehispánicas y de la Conquista, vista esta última como fundamento de la moderna nación mexicana.

    Sin duda, la colección proviene del Museo Nacional, y resguarda 807 piezas: 124 negativos originales y 683 positivos, algunos de los cuales son impresiones de época; se trata de un rico espectro de los usos potenciales de las imágenes científicas que abarca de 1890 a 1911. Algunas de las impresiones fueron presentadas en Madrid y otras exhibidas en el Museo, mientras que los negativos se emplearon para ilustrar el ensayo de Jesús Galindo y Villa, “Arqueología mexicana”. Las ruinas de Cempoala y del tempo del Tajín, exploradas por el director del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, en misión en Europa. D. Francisco del Paso y Troncoso”, publicado en los Anales del Museo Nacional, en 1911.

    Es posible establecer una tipología del conjunto de tomas ejecutadas por Rafael García: panorámicas del paisaje, en las que destacan los ríos y poblaciones que visitó la expedición, tomadas con el fin de contextualizar el recorrido; retratos de grupo de los exploradores en las diferentes etapas del trayecto, en ocasiones con sus anfitriones o con autoridades locales; vistas de conjuntos arqueológicos, complementadas con algunos de sus rasgos constructivos u ornamentales; tomas de excavaciones en las que posan trabajadores, expedicionarios y, a veces, algún visitante; detalles de piezas arqueológicas en las ruinas o en las poblaciones a las que fueron trasladas; y, por último, retratos de la población totonaca.

    VER MÁS
  • Serie Rostros de la Antropología - INAH TV

    Documentales

    Rostros de la Antropología es una serie documental que recoge testimonios de los más destacados investigadores del INAH. A través de sus relatos conoceremos sus trayectorias y los proyectos más importantes en los que han participado. En su conjunto, estos programas nos brindan un panorama del desarrollo y evolución de la antropología y de la arqueología en México.

    VER MÁS
  • Serie Piedras que hablan - INAH TV

    Documentales 

    En un esfuerzo por conjuntar el conocimiento arqueológico y la experiencia de producción televisiva, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y Canal 22 unen pasión, vocación y técnica, para poner en la mira de los televidentes, el fascinante mundo de la arqueología mexicana. Descubrir los sitios arqueológicos, a través de la historia de sus exploraciones y develar algunos de los descubrimientos más significativos, son parte de la trama que conforma cada programa. En este viaje al pasado también podremos conocer los criterios y las técnicas arqueológicas, así como el uso de herramientas, algunas utilizadas desde hace décadas y que son indispensables en este quehacer, hasta otras más sofisticadas que implican tecnologías como el escaneo aerotransportado, mismas que acercan al estudioso al conocimiento que persigue.

    Esta travesía de 13 narrativas nos traslada a ciudades antiguas del México precolombino, lo mismo a través de una evocación literaria, que a la crudeza del clima derredor de los vestigios, y que con genio intelectual nos lleva una de las plumas más brillantes de nuestros tiempos, el escritor Juan Villoro. Tras caminatas a través de la selva o el desierto, el arribo a templos por escalinatas cada vez más estrechas y restringidas, el paso por laberintos oscuros que evocan el inframundo o el descenso a cenotes, Villoro va al encuentro de los arqueólogos especialistas de cada una de las antiguas ciudades, y entre su charla, comparten con nosotros cómo fueron develando el misterio y significado de estructuras, estelas o jeroglíficos, y por supuesto el verdadero sentido de los juegos de pelota. De muchas ciudades pareciera que se sabe todo, pero aún de las más estudiadas como Palenque o Teotihuacan se develan, tras cada temporada de investigación, nuevas historias de sus hacedores y del complejo de un pensamiento siempre ligado a la naturaleza y al concepto de lo divino que, en ocasiones, ha cambiado la perspectiva que desde nuestros tiempos hemos configurado sobre los antepasados precolombinos.

    Considerando que México es uno de los países con mayor acervo patrimonial del planeta, se ha convertido en un referente constante e ineludible para la práctica de la Arqueología, por ello la importancia de los documentales arqueológicos. Y no sólo los grandes hallazgos históricos son los que damos a conocer, son también los procesos de diagnóstico, investigación, preservación y difusión del patrimonio, que han permitido fundar una muy sólida tradición arqueológica mexicana. Interroguemos a las piedras y hagámoslas hablar para que nos digan sus más profundos secretos.

    El primer episodio, “Monte Albán, la entrada al cielo” da cuenta del conocimiento de dicha zona desde el siglo XIX y, sobre todo, de las exploraciones a gran escala inauguradas por Alfonso Caso, incluyendo los descubrimientos en la vecina Atzompa. El segundo, “Yaxchilán, la ciudad de la Selva joven” informa sobre las investigaciones habidas en esta zona maya, incluido el descubrimiento de los mensajes de sus numerosos glifos. Incluye comentarios de los arqueólogos Daniel Juárez Cossío y Roberto García Moll. El tercero, “Tajín, la ciudad del relámpago”, resalta la identificación de 17 canchas para el juego de pelota, elemento que permite advertir la importancia que sus pobladores concedieron a este rito como medio para impactar en el movimiento del cosmos. El cuarto, “Toniná, el sueño vertical”, no sólo habla de las exploraciones y de los edificios, sino de la historia de la ciudad, especialmente sus guerras contra Palenque. Incluye comentarios de Juan Yadeun. El quinto, “Templo Mayor, Centro de Centros” ofrece información acerca de las exploraciones en el territorio que antiguamente conformó Tenochtitlán, desde la emprendida por Manuel Gamio en 1914. Se resalta el hallazgo de Coyolxauhqui. Incluye comentarios de Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján. El sexto, “Chichén Itzá, la invasión perpetua”, relata los diversos intentos de viajeros y exploradores por alcanzar dicha zona, así como de la visita de estudiosos del pasado y de turistas año con año. También informa sobre las estructuras de la urbe. Incluye comentarios de los arqueólogos Rafael Cobos, José Huchim y Luis Alberto Martos El séptimo, “Paquimé, Ciudad de Hombres”, brinda información sobre dicha ciudad ubicada en el actual Estado de Chihuahua, así como de la cultura Casas Grande. El octavo, “Cenotes de Yucatán y Quintana Roo, el agua del origen” se informa sobre estos depósitos acuíferos y su relación con los primeros pobladores de la península yucateca, así como de las costumbres funerarias y mitos de los antiguos mayas. Incluye comentarios de los arqueólogos Guillermo de Anda, Helena Barca y Luis Alberto Martos. El noveno, “Calakmul, selva de estelas” se describe la historia conocida de la ciudad, sobre todo con relación a su guerra contra Tikal. Incluye comentarios del arqueólogo Omar Rodríguez. El décimo, “El Cóporo, Plazuelas y Peralta, Caminos de Guanajuato”, brinda información de esas tres zonas en cuanto a sus piedras grabadas y edificios característicos de la zona. Cuenta con comentarios de Efraín Cárdenas, Carlos Torreblanca y Carlos Castañeda. El onceavo, “Michoacán, el reino inconquistable”, expone las características principales de las tres grandes urbes de la región: Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro, y de otras como Huandacareo, Tres Cerritos y Tingambato, así como el devenir general de los purépechas. Incluye comentarios de Socorro Landa, Melchor Cruz y Arturo Oliveros. En el doceavo, “Teotihuacan, la Casa del Sol y la Luna” se da cuenta de la principal urbe mesoamericana. En el treceavo, “Palenque, la Moneda de Jade” se revelan datos interesantes acerca de la construcción de la ciudad, de la vida de Pakal y de sus ritos funerarios.

    VER MÁS
VER TODOS
 

AVISO LEGAL

Mediateca INAH es el repositorio digital de acceso abierto del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México a través del cual pone a disposición del público el patrimonio cultural e histórico a su cargo.

Todos los contenidos de este portal pertenecen al Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. La información y los archivos aquí disponibles pueden ser utilizados de manera personal y sin fines de lucro, siempre que no sean alterados, se reconozcan todos los créditos correspondientes y se indique la referencia a este repositorio. Para cualquier otro uso se deben seguir las instrucciones de la sección Preguntas frecuentes .

La integración, estandarización y revisión de los contenidos de este repositorio digital son actividades continuas por lo que los datos pueden cambiar parcial o totalmente en cualquier momento.