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  • Colección José Antonio Bustamante - Fototeca Nacional

    Fotografías

    El 16 de noviembre de 1990, el fotógrafo José Antonio Bustamante Martínez (1893-ca. 1898) cedió a la Unidad de Publicaciones Educativas de la Secretaria de Educación Pública los derechos de uso de su material para la edición del libro El Gran Lente (1992), de Alfonso Morales. Posteriormente las 18,865 piezas (16,043 negativos y 2,822 positivos) fueron donadas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y se integraron a la Fototeca Nacional.

    Es realmente extraordinaria la historia de este archivo fotográfico, rescatado de las ruinas resultantes de los sismos de 1985 en la Ciudad de México. Bustamante se hizo fotógrafo al término de la Revolución Mexicana. Primero recorrió plaza, ferias y rancherías en Aguascalientes, San Luis Potosí y Zacatecas, como ambulante. A principios de la década de 1930 fundó en Fresnillo, Zacatecas, el estudio El Gran Lente, en honor del lente de foco largo que usaba para los retratos de grupo. En ese lugar, Bustamante registró la vida íntima y colectiva de los lugareños hasta finales delos años cincuenta, a la vez que vendió cámaras y materiales fotográfico. Además de los retratos de estudio, registró eventos familiares, fiestas y escenas en exteriores. Finalmente se trasladó a la Ciudad de México en 1962, estableciendo su estudio en la avenida San Juan de Letrán, hoy Eje Central Lázaro Cárdenas. Allí dio servicio hasta mediados de los setenta, realizando retratos –especialmente de trabajadores– y, según él mismo relató, “fotos de desnudos”. Este conjunto de imágenes que abarca de 1920 a 1970 permite adentrarse en la práctica de un fotógrafo sin mayores pretensiones artísticas, por cuyo estudio desfiló la clase media y trabajadora provinciana y capitalina del país.

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  • Colección Arnulfo Viveros - Fototeca Nacional

    Fotografías 

    Este pequeño acervo, de 71 piezas (64 negativos y 7 positivos) de la década de 1930, contiene material del fotógrafo de origen poblano Arnulfo Viveros, quien trabajó en el estado de Morelos, principalmente en Cuernavaca y alrededores. Algunas imágenes parecen estar destinadas a la impresión de postales que vendía o regalaba la Botica Morelos, de la capital del estado. Desafortunadamente, no se tiene noticia de su fecha de ingreso a la Fototeca Nacional ni de su procedencia.

    Pese a que la cámara que utilizó el fotógrafo evidencia problemas de entrada de luz, logró con ella atractivas tomas de la ciudad y vistas panorámicas, cuyo tratamiento está influido por el concepto paisajístico decimonónico. Los registros del ingenio de Zacatepec y sus trabajadores, así como los de la construcción o reparaciones de la carretera México-Acapulco, resultan particularmente interesantes.

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  • Colección Tina Modotti - Fototeca Nacional

    Fotografías

    El 28 de agosto de 1979, Carlos Vidali C., en nombre y representación de su padre Vittorio Vidali, último compañero de la fotógrafa Tina Modotti, donó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) 94 piezas (84 negativos y 10 transparencias) realizadas entre 1923 y 1930, material que ingresó a la Fototeca Nacional en septiembre de ese mismo año. Assunta Adelaide Luigia Modotti (Tina) nació en Udine, Italia, el 17 de agosto de 1896. A los 17 años emigró y se casó con el poeta y pintor Roubaix de L´Abrie Richey, mejor conocido como Robo, quien atraído por las noticias sobre México que circulaban en Los Ángeles, decidió visitarlo. Aquí murió en 1922 y Tina acudió a su funeral. Fascinada por el país regresó un año más tarde en compañía del fotógrafo Edward Weston, influencia decisiva en su vida y en su trayectoria artística. En la capital, la pareja se integró rápidamente al grupo de artistas e intelectuales que giraban en torno a Diego Rivera y al proyecto cultural revolucionario que parecía echar raíces en México. Ambos exhibieron tanto en la ciudad de México como en Guadalajara, con críticas favorables, lo que fue llevando a Tina a un compromiso mayor con la fotografía. A fines de 1925 adquirió una cámara de formato medio, una Graflex que más adelante quedaría en manos de Manuel Álvarez Bravo. En marzo de 1926, comenzó con Weston el proyecto de fotografiar artesanías y arquitectura colonial para ilustrar el libro de Anita Brenner, Ídolos tras los altares (1929), encomienda que les llevó por Jalisco, Michoacán, Puebla y Oaxaca.

    Hacia fines de ese año, Weston abandonó México definitivamente y Modotti permaneció en el país, involucrada con su quehacer fotográfico y con el proyecto político del Partido Comunista, vínculo intensificado por su relación con Xavier Guerrero, pintor y miembro activo de dicha organización. No obstante, mantuvo un intercambio epistolar con el fotógrafo, la cual permite rastrear sus inquietudes en torno a su trabajo artístico. Su obra comenzó a aparecer en revistas culturales como Forma, Creative Art Mexican Folkways, así como en publicaciones de izquierda mexicanas (El Machete), alemanas (AIZ), norteamericanas (New Masses) y soviéticas (Puti Mopra). Registró la labor de dos grandes muralistas del momento, Diego Rivera y José Clemente Orozco, a la vez que mantuvo amistad con artistas más jóvenes que experimentaban con otros lenguajes plásticos, como del movimiento estridentista. En la segunda mitad de 1928 comenzó su corta relación amorosa con Julio Antonio Mella, comunista cubano exiliado en México. En enero de 1929, Mella fue asesinado y Tina se vio involucrada en las investigaciones sobre el caso. En este clima hostil concretó dos importantes proyectos: viajó a Tehuantepec, donde realizó algunas fotografías que marcaron un giro en su lenguaje formal, que parecía encaminarse hacia una expresión más libre, y en diciembre montó en la Biblioteca Nacional su primera exposición individual. Para tal ocasión escribió una especie de manifiesto que devino en hito de la fotografía en México. En febrero de 1930 fue expulsada del país, acusada de participar en un complot para asesinar al presidente electo, Pascual Ortiz Rubio. Llegó a Berlín, donde intentó trabajar como fotógrafa sin mucho éxito. Partió a Moscú y se incorporó de lleno al Socorro Rojo Internacional, una de las organizaciones auxiliares de la Internacional Comunista. Poco a poco abandonó la fotografía, dedicando todo su esfuerzo a la acción política. En la capital soviética reafirmó su vínculo con Vittorio Vidali (el Comandante Carlos), comunista italiano al que había conocido en México, y con quien compartió la última década de su vida. En 1936, combatió en España en el bando republicano, y, ante la derrota de éste, en 1939, se vio obligada a emigrar nuevamente. Regresó entonces a la capital mexicana, donde murió el 5 de enero de 1942.

    La producción fotográfica de Tina Modotti se circunscribió básicamente a los años vividos en nuestro país, e incluso ha llegado a emblematizar algunos aspectos de la vida del México de entonces. En sus inicios como fotógrafa, privilegió las composiciones de elementos aislados de la vida cotidiana, tal como hacían en ese momento muchos autores de Europa y los Estados Unidos. Estos ensayos le permitieron desarrollar conocimiento del encuadre y de la limpieza en la composición, resultado de un meditado proceso creativo que iba desde la toma hasta el trabajo de laboratorio. Modotti incursionó en la representación de la modernidad arquitectónica y urbana. Posteriormente, su militancia política la llevó al registro de eventos del Partido Comunista y a realizar ensayos en torno a emblemas y símbolos, como la maternidad. Siempre tuvo especial sensibilidad para el retrato, los que efectúo denotan poderosamente la personalidad del sujeto. Marcó, junto con Weston, un rumbo diferente para la fotografía –que adquiriría nuevos matices en la obra de Agustín Jiménez o de Manuel Álvarez Bravo–, y es por ello que ambos ocupan un lugar destacado en la historia de la fotografía en México.

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  • Colección Otto Dahl - Fototeca Nacional

    Fotografías

    El 23 de enero de 1980, el arqueólogo Rafael Abascal Macías, director del Centro Regional Hidalgo, hizo entrega a la Fototeca Nacional de un pequeño grupo de 32 positivos originales, que abarca de 1910 a 1913, con la indicación de que llevara el nombre del coronel Otto Dahl. Es posible que la donación proviniera de Josefina Dahl, quien en ese entonces era jefa del Departamento de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia. La colección contiene un núcleo extraordinario de imágenes sobre las Fiestas del Centenario de la Independencia, así como sobre la estela de destrucción que dejaron en la capital los combates de la Decena Trágica en febrero de 1913, cuando parte del ejército se sublevó en contra del gobierno. Este episodio culminó con los asesinatos de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, presidente y vicepresidente de la República, respectivamente, y con el ascenso al poder del general Victoriano Huerta.

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  • Serie Piedras que hablan - INAH TV

    Documentales 

    En un esfuerzo por conjuntar el conocimiento arqueológico y la experiencia de producción televisiva, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y Canal 22 unen pasión, vocación y técnica, para poner en la mira de los televidentes, el fascinante mundo de la arqueología mexicana. Descubrir los sitios arqueológicos, a través de la historia de sus exploraciones y develar algunos de los descubrimientos más significativos, son parte de la trama que conforma cada programa. En este viaje al pasado también podremos conocer los criterios y las técnicas arqueológicas, así como el uso de herramientas, algunas utilizadas desde hace décadas y que son indispensables en este quehacer, hasta otras más sofisticadas que implican tecnologías como el escaneo aerotransportado, mismas que acercan al estudioso al conocimiento que persigue.

    Esta travesía de 13 narrativas nos traslada a ciudades antiguas del México precolombino, lo mismo a través de una evocación literaria, que a la crudeza del clima derredor de los vestigios, y que con genio intelectual nos lleva una de las plumas más brillantes de nuestros tiempos, el escritor Juan Villoro. Tras caminatas a través de la selva o el desierto, el arribo a templos por escalinatas cada vez más estrechas y restringidas, el paso por laberintos oscuros que evocan el inframundo o el descenso a cenotes, Villoro va al encuentro de los arqueólogos especialistas de cada una de las antiguas ciudades, y entre su charla, comparten con nosotros cómo fueron develando el misterio y significado de estructuras, estelas o jeroglíficos, y por supuesto el verdadero sentido de los juegos de pelota. De muchas ciudades pareciera que se sabe todo, pero aún de las más estudiadas como Palenque o Teotihuacan se develan, tras cada temporada de investigación, nuevas historias de sus hacedores y del complejo de un pensamiento siempre ligado a la naturaleza y al concepto de lo divino que, en ocasiones, ha cambiado la perspectiva que desde nuestros tiempos hemos configurado sobre los antepasados precolombinos.

    Considerando que México es uno de los países con mayor acervo patrimonial del planeta, se ha convertido en un referente constante e ineludible para la práctica de la Arqueología, por ello la importancia de los documentales arqueológicos. Y no sólo los grandes hallazgos históricos son los que damos a conocer, son también los procesos de diagnóstico, investigación, preservación y difusión del patrimonio, que han permitido fundar una muy sólida tradición arqueológica mexicana. Interroguemos a las piedras y hagámoslas hablar para que nos digan sus más profundos secretos.

    El primer episodio, “Monte Albán, la entrada al cielo” da cuenta del conocimiento de dicha zona desde el siglo XIX y, sobre todo, de las exploraciones a gran escala inauguradas por Alfonso Caso, incluyendo los descubrimientos en la vecina Atzompa. El segundo, “Yaxchilán, la ciudad de la Selva joven” informa sobre las investigaciones habidas en esta zona maya, incluido el descubrimiento de los mensajes de sus numerosos glifos. Incluye comentarios de los arqueólogos Daniel Juárez Cossío y Roberto García Moll. El tercero, “Tajín, la ciudad del relámpago”, resalta la identificación de 17 canchas para el juego de pelota, elemento que permite advertir la importancia que sus pobladores concedieron a este rito como medio para impactar en el movimiento del cosmos. El cuarto, “Toniná, el sueño vertical”, no sólo habla de las exploraciones y de los edificios, sino de la historia de la ciudad, especialmente sus guerras contra Palenque. Incluye comentarios de Juan Yadeun. El quinto, “Templo Mayor, Centro de Centros” ofrece información acerca de las exploraciones en el territorio que antiguamente conformó Tenochtitlán, desde la emprendida por Manuel Gamio en 1914. Se resalta el hallazgo de Coyolxauhqui. Incluye comentarios de Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján. El sexto, “Chichén Itzá, la invasión perpetua”, relata los diversos intentos de viajeros y exploradores por alcanzar dicha zona, así como de la visita de estudiosos del pasado y de turistas año con año. También informa sobre las estructuras de la urbe. Incluye comentarios de los arqueólogos Rafael Cobos, José Huchim y Luis Alberto Martos El séptimo, “Paquimé, Ciudad de Hombres”, brinda información sobre dicha ciudad ubicada en el actual Estado de Chihuahua, así como de la cultura Casas Grande. El octavo, “Cenotes de Yucatán y Quintana Roo, el agua del origen” se informa sobre estos depósitos acuíferos y su relación con los primeros pobladores de la península yucateca, así como de las costumbres funerarias y mitos de los antiguos mayas. Incluye comentarios de los arqueólogos Guillermo de Anda, Helena Barca y Luis Alberto Martos. El noveno, “Calakmul, selva de estelas” se describe la historia conocida de la ciudad, sobre todo con relación a su guerra contra Tikal. Incluye comentarios del arqueólogo Omar Rodríguez. El décimo, “El Cóporo, Plazuelas y Peralta, Caminos de Guanajuato”, brinda información de esas tres zonas en cuanto a sus piedras grabadas y edificios característicos de la zona. Cuenta con comentarios de Efraín Cárdenas, Carlos Torreblanca y Carlos Castañeda. El onceavo, “Michoacán, el reino inconquistable”, expone las características principales de las tres grandes urbes de la región: Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro, y de otras como Huandacareo, Tres Cerritos y Tingambato, así como el devenir general de los purépechas. Incluye comentarios de Socorro Landa, Melchor Cruz y Arturo Oliveros. En el doceavo, “Teotihuacan, la Casa del Sol y la Luna” se da cuenta de la principal urbe mesoamericana. En el treceavo, “Palenque, la Moneda de Jade” se revelan datos interesantes acerca de la construcción de la ciudad, de la vida de Pakal y de sus ritos funerarios.

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  • Serie Rostros de la Antropología - INAH TV

    Documentales

    Rostros de la Antropología es una serie documental que recoge testimonios de los más destacados investigadores del INAH. A través de sus relatos conoceremos sus trayectorias y los proyectos más importantes en los que han participado. En su conjunto, estos programas nos brindan un panorama del desarrollo y evolución de la antropología y de la arqueología en México.

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  • Colección Estados de la República - Fototeca Nacional

    Fotografías

    En la década de 1980 fue integrada esta colección con 1,131 positivos provenientes de diversos acervos, que abarcan de 1920 a 1980. Contiene un registro de Querétaro de fines del siglo pasado y una colección de arte, monumentos y artesanías de Zacatecas, aparentemente donados por el Fondo Nacional para Actividades Sociales (fonapas) de ese estado con motivo de una exposición organizada en Hidalgo en la misma época. También resguarda la reprografía de una serie de panorámicas de Guanajuato que datan de 1920 a 1940, las cuales desafortunadamente no fueron copiadas con calidad.

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  • Colección Histórica de Mapas de México - Biblioteca Nacional de Antropología e Historia

    Mapas

    La Colección Histórica de Mapas de México es una selección del acervo de la Mapoteca de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia que contiene mapas originales, producidos entre los siglos XVII y XX, a través de los cuales pueden estudiarse las modificaciones que sufrió el territorio novohispano desde su descubrimiento y, más tarde, durante la conformación del territorio nacional. 

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  • Colección Felipe Teixidor - Fototeca Nacional

    Fotografías

    En enero de 1979 ingresó a la Fototeca Nacional el acervo de este destacado intelectual de origen español. Adquirido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah). Por desgracia, también en este caso operaron los criterios de accesibilidad a los materiales, por lo que se modificó sustancialmente el orden original, incorporándose imágenes de otros fondos, especialmente del llamado Culhuacán, a la vez que piezas de este acervo fueron trasladadas a otras colecciones. En los últimos tiempos se ha trabajado para recuperar su integridad y actualmente cuenta con 13,532 piezas (410 negativos y 13,122 positivos) que abarcan de mediados del siglo XIX a cerca de 1970. El extenso legado de Teixidor se complementa con los materiales comprados por el Archivo General de la Nación, y por su acervo bibliográfico, adquirido en 1987 por la Biblioteca de México.

    Felipe Teixidor (1895-1980) nació en Barcelona, y se naturalizó mexicano en 1928. Estudió en su ciudad natal y muy joven se fue a vivir a París, donde estuvo en contacto con el medio artístico. Llegó a Orizaba, Veracruz, en 1919, y en 1922 se estableció en la capital, donde rápidamente se incorporó al ambiente cultural de vanguardia de la época, sobresaliendo su amistad con Edward Weston y Tina Modotti, la cual marcaría su apreciación hacia la fotografía, misma que también practicó. Frecuentó a diego Rivera, Jena Charlot, al Dr. Atl, Nahui Olin, Enrique y Gabriel Fernández Ledesma, Monserrat Alfau –Monna, quien se convertiría en su esposa-, Rafael Sala, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Genaro Estrada y muchos otros.

    En México desarrolló sus intereses bibliográficos y cultivó su afán coleccionista. Fue vendedor de libros viejos, lo que seguramente le puso en contacto con fotografías antiguas –apreciadas por algunos miembros de sus círculo, como Enrique Fernández Ledesma-, y que debió empezar a coleccionar desde época muy temprana. Desempeñó múltiples puestos en la administración pública y coordinó las cuatro primeras ediciones del Diccionario Porrúa de historia, geografía y biografía de México y la colección Sepan Cuántos… de la misma casa editorial. La labor de edición la compartió con Monna, también española e intelectual por derecho propio. En 1980 ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua.

    La colección de Felipe Teixidor destaca por su amplia variedad, que responde a su curiosidad en materia fotográfica y al uso que dio a las imágenes para documentar e ilustrar publicaciones. Con enorme sensibilidad plástica, Teixidor escogió obras de gran calidad, con técnicas y formatos tan diversos, que su legado resulta un valioso muestrario de los principales fotógrafos que trabajaron en México y de los distintos procesos fotográficos. Entre los autores extranjeros se encuentran Désiré Charnay, Julio Michaud, François Aubert, Alfred Briquet, William Henry Jackson, Gove and North y Hugo Brehme. En cuanto a los nacionales, cabe mencionar a Octaviano de la Mora, Lorenzo Becerril, Cruces y Campa, y los hermanos Valleto.

    Las imágenes con vistas de las principales ciudades mexicanas, así como sus paisajes y monumentos históricos y arqueológicos, han servido para el estudio del patrimonio mueble e inmueble. Su colección de retratos del siglo xx es una de las más ricas, tanto por la cantidad como por la amplia gama de personajes famosos y anónimos que aparecen, convirtiéndola en referencia básica para el estudio de las maneras de representación individual y colectiva de las clases media y alta del México decimonónico. Las series de tipos mexicanos y escenas costumbristas abren el espectro a una gama más amplia de nuestra sociedad. No faltan en su colección fotografías y postales de la Revolución, sobre todo de la Decena Trágica y la invasión norteamericana de 1914, además de vistas de ciudades y monumentos europeos y americanos. Finalmente, Teixidor también nos dejó un registro de sus viajes de trabajo, que le llevaron a recorrer gran parte del territorio nacional.

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