Cuetlajuchitlán (Los Querende)
Cuetlajuchitlán (Los Querende) |
Lugar de flores rojas o lugar marchito |
A finales del Preclásico Superior, Cuetlajuchitlán fue uno de los principales núcleos poblacionales en el noreste del actual estado de Guerrero. Se descubrió en 1991 durante la realización de las obras de la Autopista del Sol. La preservación del patrimonio arqueológico fue posible gracias a la construcción del túnel Los Querende, nombre con el que los lugareños identifican también el sitio. La zona arqueológica tiene una extensión de 35 hectáreas, de las cuales sólo se han explorado dos. Se sabe que la ocupación del asentamiento se remonta a 800 a.C., aunque el auge tuvo lugar en el periodo comprendido entre 200 a.C. y 200. Se distinguió por la construcción intensa y el empleo masivo de cantera tallada. A esta etapa pertenecen las figurillas del estilo lítico llamado Mezcala ahí encontradas. Durante este periodo de esplendor, las elites gobernantes del sitio entraron en la esfera de influencia de los grupos que poblaron el valle de Morelos, los cuales tenían una estrecha relación con Teotihuacán, la gran metrópoli del Altiplano Central, al tiempo que mantenían interacción con otras partes del estado de Guerrero, como la llamada Región Centro. Dentro del estilo arquitectónico, con características preurbanas, destacan los cientos de bloques columnares cilíndricos de piedra, cuyo uso era tanto funcional como ornamental. La traza del asentamiento se caracteriza también por contar con complejos habitacionales en los extremos norte y sur. Por su parte, las dependencias principales y ceremoniales se encontraban en la parte central, distribuidas en torno a patios cuadrangulares hundidos, con pequeñas escalinatas centrales en sus cuatro lados.