Cacaxtla fue una poderosa urbe política, militar y económica que se desarrolló en las actuales regiones de Tlaxcala y Puebla. Posee algunos de los murales más extraordinarios y mejor conservados de Mesoamérica.
Xochitécatl dejó como legado la singular Pirámide de las Flores y asombrosas figurillas femeninas de barro.
CACAXTLA Fue una ciudad fundada en tiempos remotos por los olmeca-xicalancas, aunque su poderío comenzó después de la caída de Teotihuacán y Cholula. De hecho, después del ocaso de esta última heredó el control político de la región poblano-tlaxcalteca. Cacaxtla floreció entre los años 650-900, en el periodo conocido como Epiclásico, cuando entabló relaciones comerciales con la costa del Golfo y la cuenca de México, y se convirtió en un punto estratégico para las rutas hacia el territorio de los actuales estados de Tabasco y Campeche. Ello le generó grandes riquezas. Alrededor del año 1000 fue abandonada sin que se conozcan con certeza las causas. Las investigaciones del INAH en la zona comenzaron a partir de su descubrimiento, en la década de 1970. Entre sus vestigios destaca el Gran Basamento, de 200 m de longitud por 25 de alto. Se trata de un gran complejo arquitectónico de estructuras superpuestas y adosadas (adoratorios, plataformas y pirámides) que presentan excepcionales pinturas murales, únicas en su clase, en las que resaltan los colores rojo, azul, amarillo, negro y blanco, obtenidos del caolín, la obsidiana, la cal y otros minerales de la región. Estos murales revelan influencia tanto maya como teotihuacana y muestran escenas relacionadas con la mitología, la religión, la guerra, la derrota y la paz, así como relativas a la naturaleza, dibujadas con gran realismo y con elementos simbólicos aún no descifrados del todo. Gracias al sistema de construcción de sus antiguos habitantes, que levantaron una nueva edificación sobre otra, fue posible la conservación no sólo de ofrendas rituales, sino de estas valiosas pinturas. En la década de 1980, para protegerlas, se colocó una enorme techumbre de alrededor de 10,000 m2 sobre la sección medular del Gran Basamento. XOCHITÉCATL Localizada a poco más de cuatro kilómetros de distancia de Cacaxtla, fue un centro ceremonial de los olmeca-xicalancas y no tuvo una vida tan larga: se desarrolló primordialmente entre los años 600 y 100 a.C. Erigida sobre la cima del cerro Xochitécatl, la arquitectura se adecuó a la topografía del cerro mediante terrazas, donde se construyeron conjuntos habitacionales y zonas destinadas al cultivo. Ocupan la cima los monumentos más importantes: Pirámide de las Flores, Pirámide de la Serpiente, Pirámide de la Espiral y Basamento de los Volcanes. Xochitécatl posee una característica que la hace diferente: las numerosas figurillas de mujeres embarazadas, parturientas, cargando un infante o con un hueco en el vientre donde se insertaba un bebé removible. Aquí los elementos estudiados, como el paisaje ritual, las ofrendas de conjuntos de figurillas, los entierros humanos y los elementos arqueoastronómicos, concuerdan en la concepción de un centro ceremonial orientado hacia el culto a la fertilidad y la propiciación de lluvias, cuyos símbolos parecen ser transmitidos a través de la imagen femenina.