Kankí
Kankí |
Agave de color amarillo |
Zona arqueológica de medianas dimensiones, con arquitectura monumental Puuc, Kankí nos permite observar varias de las fases de su desarrollo a través del tiempo. En cuanto a la etimología del lugar, algunos hablantes de maya yucateco señalan que Kankí significa “henequén amarillo”, mientras que otros sugieren que el nombre original pudo ser Kancib, es decir “cera amarilla”, en referencia a la alta producción de dicho elemento en tiempos antiguos. De hecho, el registro de la encomienda de Tenabo, en 1549, anota que los habitantes debían entregar anualmente “arrova y media de myel y quinze arrovas de cera”, entre muchos otros productos. El encomendero de ese tiempo era Juan García de Llanos, vecino de la entonces villa de San Francisco de Campeche. Las arrobas eran medidas de peso equivalentes a unos 11.5 kilos. Las 15 arrobas de cera de mediados del siglo XVI debían pesar poco más de 172 kilos. Los principales edificios de Kankí fueron construidos aprovechando una elevación natural de poco más de diez metros, pero también existen construcciones menores y modestos cimientos de lo que fueron casas habitación en los terrenos de kankab (tierra rojiza) que circundan el núcleo de construcciones monumentales. Como parte importante del asentamiento precolombino, cerca de los palacios y de los conjuntos domésticos se construyeron aljibes subterráneos para captar agua pluvial llamados chultunes. Cada uno de ellos tiene capacidad variable entre 50,000 y 90,000 litros. En la sabana de tierra rojiza también debemos mencionar la existencia de tres aguadas o depresiones en las que anualmente se acumula el agua de lluvia, elementos que indudablemente formaron parte de la vida cotidiana de los antiguos habitantes del lugar. Los inmuebles visitables son la Crestería, la Casa del Oriente, el Edificio de Escalera Invertida, la Casa de los 20 Aposentos y un sector del Patio Sureste. En ellos se pueden apreciar distintos momentos del desarrollo de la arquitectura Puuc, ocurrido entre los años 600 y 850. Además, debemos comentar que entre las esculturas relevantes de Kankí hasta hoy registradas, se hallan dos dinteles de piedra caliza. Uno tiene la representación de la deidad del comercio y el otro muestra a un guerrero. Dichas piezas se exhiben hoy en los museos arqueológicos de Campeche.