Capital de la provincia de Acalán y conocido como Itzamkanac, El Tigre está asentado en la ribera del río Candelaria y su actividad comercial fue muy celebrada. Sobresalen el centro ceremonial y los mascarones de estuco. Se dice que Hernán Cortés ejecutó aquí a Cuauhtémoc.
Si bien este sitio arqueológico recibe su nombre del ejido adyacente, en tiempos antiguos se le conocía como Itzamkanac (“asiento del lagarto/serpiente”), posiblemente en alusión a la deidad Itzamná. La monumentalidad de las construcciones y la extensión de la zona indican que fue la capital de los acalanes. Se especula que en este lugar Hernán Cortés ejecutó a Cuauhtémoc. Los habitantes de esta región pertenecieron a la cultura maya chontal o Putun, como los llamó Eric Thompson. Fueron fundamentalmente comerciantes, guerreros y sacerdotes que impusieron el culto a Kukulcán. El territorio donde se instalaron va desde Champotón hasta el Grijalva-Usumacinta, es decir, se extendieron a partir de la costa del Golfo hacia el interior y ocuparon todas las márgenes de los ríos y lagunas de las Tierras Bajas noroccidentales del área maya, hoy parte de los actuales estados de Campeche, Tabasco y Chiapas. El Tigre se asienta sobre un lomerío junto al río Candelaria y tiene una larga secuencia de ocupación, que va desde el Preclásico Medio (600-300 a.C.) hasta el Protohistórico (ca. 1557). Hasta hace algunos años se pensaba que el establecimiento de los chontales en esta zona ocurrió durante el Posclásico Tardío, pero gracias a las exploraciones realizadas hasta la fecha sabemos que tuvo su apogeo durante el Clásico Terminal, pues a este periodo corresponde el mayor número de construcciones. También se ha documentado que hubo una ocupación significativa durante el Preclásico Medio y especialmente en el Tardío, cuando la actividad en la costa fue muy importante. El área estuvo habitada hasta la llegada de los españoles. La zona arqueológica está conformada por seis grupos arquitectónicos, y el área nuclear incluye edificios de estilo Petén en las subestructuras; existen asimismo elementos de arquitectura Río Bec y de tiempos posteriores. El Tigre posee un centro ceremonial principal distribuido alrededor de dos grandes plazas. La primera, centro físico de los edificios monumentales (Estructuras 1, 2 y 3) pertenecientes al Grupo del Tipo E, es la más importante, aunque la identificación de dichas estructuras resulta en ocasiones problemática debido a que durante el Clásico Tardío sufrieron modificaciones sustanciales seguramente por cambios sociales y políticos en la región. La disposición al interior de El Tigre existe desde por lo menos el Preclásico Medio-Tardío. Aquí se encuentran las Estructuras 2 y 3, donde se observan características del estilo Petén, ampliamente difundido en las Tierras Bajas Mayas del sur. Además, son posiblemente el patrón arquitectónico de mayor antigüedad identificado hasta el momento en ellas. Al principio los edificios fueron vistos como potenciales observatorios y marcadores astronómicos de los equinoccios y solsticios en las etapas más tempranas, aspecto que seguramente se pierde en el periodo Clásico. En la actualidad se piensa que están íntimamente relacionados con la identidad de las élites y las adivinaciones que pueden hacerse valiéndose de líneas, círculos o puntos trazados en la tierra. Desde luego, el factor astronómico no puede excluirse y está estrechamente relacionado con las élites y posiblemente al calendario agrícola. Las estelas parecen ser un componente adicional e importante, pues es común que se ubiquen sobre los ejes que tienen las estructuras. En El Tigre se halla una estela alineada con el eje del Grupo Tipo E, en la actualidad muy fragmentada y fuera de su ubicación, pero sabemos dónde estuvo y podemos suponer que se localizaba en dicho eje. Los mascarones también deben ser considerados como un elemento trascendente, ya que en los pocos lugares donde se han hecho exploraciones aparecen con frecuencia. En El Tigre, por ejemplo, hemos encontrado mascarones antropomorfos en la Estructura 2, localizados a los lados de las escaleras y orientados hacia el este, que bien pudieran identificarse con ancestros o con la fundación de los linajes en formación durante esa época. En la Estructura 4 también se encontraron dos mascarones antropomorfos orientados al este, pero al no hacerse una exploración mayor no se localizó la escalinata que debió estar entre ambos mascarones. También posee tres juegos de pelota. Las primeras exploraciones en El Tigre fueron realizadas en 1943 por E. W. Andrews IV, quien realizó trabajos en diversas partes del área maya y subrayó la ausencia de conocimientos sobre el sur de Campeche, específicamente de los actuales municipios de El Carmen y Candelaria. Ya desde entonces señalaba la importancia de El Tigre, aunque Andrews no visitó todos los sitios del río Candelaria. Ese mismo año Alberto Ruz L. recorrió la costa del estado de Campeche, pero sin penetrar en el interior. No fue sino hasta 1959 que apareció una publicación de Román Piña Chan y Pavón Abreu sobre las ruinas de El Tigre, en la que sostienen la hipótesis de que dicho sitio es Itzamkanac, la capital de la provincia de Acalan, lugar donde fue muerto Cuauhtémoc por Cortés en el desafortunado viaje hacia las Hibueras. En 1960 el INAH publicó el Atlas arqueológico de la República Mexicana número 2, que se refiere a Campeche, y entre los sitios que nombra aparece El Tigre. En 1972 vieron la luz los trabajos de Alfred H. Siemens y Dennis E. Puleston sobre los canales del río Candelaria y el primer croquis preliminar del sitio de El Tigre. Años más tarde, entre los meses de octubre y noviembre de 1983, se realizó un reconocimiento arqueológico en la cuenca del río Candelaria y el área se dividió en siete secciones, donde se localizaron 33 sitios arqueológicos y se hizo una descripción de El Tigre. En 1984 se puso en marcha, bajo la dirección del doctor Román Piña Chan, el Proyecto Arqueológico El Tigre, en el cual se realizaron algunas exploraciones en zonas habitacionales y dos de las estructuras principales del sitio, designadas como 1 y 2. Desgraciadamente, el proyecto quedó inconcluso y la información también. Un año más tarde Sofía Pincemín planteó un proyecto de reconocimiento de la cuenca del Candelaria, y recientemente se ha trabajado de forma intensiva en tres regiones diferentes de dicha cuenca, pero lo cierto es que, después de varios proyectos arqueológicos, se desconoce propiamente el patrón de asentamiento de la región. También se ignora la cronología de los sitios, su arquitectura y las tipologías cerámicas. En 1996 se presentó ante el Consejo de Arqueología del INAH el Proyecto arqueológico El Tigre, Itzamkanac, Cabecera de la Provincia de Acalan, que fue aprobado. Entre otros aspectos, se trabaja sobre el registro de los principales sitios de la provincia de Acalan, los levantamientos topográficos de las estructuras intervenidas en 1984, la delimitación del sitio y el levantamiento planimétrico de dos estructuras habitacionales, además de un reconocimiento de lo que fue la provincia de Acalan, en la que se han localizado 148 sitios.