Tancama
Tancama |
Cerro de fuego o lugar del pedernal. |
El periodo de ocupación de este asentamiento prehispánico en la Sierra Gorda de Querétaro corresponde probablemente a la mayor parte del Clásico. Se localiza en una de las laderas bajas del llamado Cerro Alto o Tancama, en un valle delimitado por dos arroyos de corriente temporal que descienden suavemente para alimentarlo. La forma natural del terreno debió ser adaptada por los habitantes para levantar terrazas y plataformas, sobre las cuales se construyeron varios conjuntos arquitectónicos. La zona arqueológica está conformada por tres plazas principales, conocidas como El Mirador, Santiago y La Promesa, junto con dos conjuntos menores y dos terrazas. Dichas plazas se caracterizan por estar edificadas sobre un mismo eje, en dirección norte-sur, y por el hecho de que cada una se ubica en un nivel distinto respecto de las otras. Hasta el momento se han registrado 56 estructuras de diferentes tamaños y formas; entre ellas destacan las de tipo circular y semicircular. Vale la pena mencionar también una cancha para el juego de pelota que mide 18 m de largo, de manera que es una de las más pequeñas entre las localizadas en México. En 1999 y 2000 dio inicio el proyecto arqueológico Valles de la Sierra Gorda. Durante las diferentes temporadas de campo se han explorado las tres plazas mencionadas, además de realizar pozos y calas de exploración. Con el propósito de consolidar y conservar los edificios, se ha definido el sistema constructivo, así como distintos cuerpos, escalinatas, accesos y otros elementos. El sitio arqueológico abrió sus puertas al público en noviembre de 2011. El recorrido comprende las plazas El Mirador y Santiago, en torno a las cuales se distribuyen distintos edificios, cuyos nombres obedecen a características arquitectónicas específicas, o bien a elementos en ellos encontrados. Ejemplos: en la parte superior del Edificio 1 o de la Mariposa de Cobre se encontraron unos aretes con forma de este insecto, pertenecientes a un entierro colectivo; el nombre del Edificio 7 —Personaje Huasteco— obedece al hallazgo de un entierro correspondiente a un individuo masculino con materiales cerámicos de la región y, sobre todo, con características huastecas, tales como la mutilación dental y la deformación craneal de tipo tabular erecta.