Tabasqueño
Tabasqueño |
Dada la ubicación de Tabasqueño, en sectores elevados, sus antiguos moradores tuvieron acceso al agua a través de tres fuentes: dos aguadas localizadas al oriente y al poniente del núcleo del asentamiento; dos cuevas dentro del corazón del sitio y una serie de chultunes o cisternas subterráneas para captar agua de lluvia. Estos depósitos pluviales generalmente tuvieron forma acampanada o de botellón, estuvieron estucados por dentro para evitar filtraciones y tuvieron una capacidad variable: desde 5,000 hasta poco más de 60,000 litros. Los edificios principales de Tabasqueño integran tres grupos arquitectónicos. Las construcciones denotan características de la arquitectura Chenes, fechada entre los años 650 y 850 de nuestra era (periodo Clásico Tardío) y caracterizada por la profusión decorativa en sus fachadas. En el Grupo 1 se hallan los vestigios de la Estructura 1 o Palacio-Templo, la más conocida del sitio por contar con una imponente fachada zoomorfa integral. La construcción tiene dos niveles y cierra por el sur una plaza de unos 60 m (norte-sur) por 40 m (este-oeste). La concentración de arquitectura monumental y la presencia de esculturas e inscripciones jeroglíficas refuerza la posición de Tabasqueño como un asentamiento importante en su región, dado que son muy pocos los sitios Chenes que cuentan con inscripciones jeroglíficas y relieves. Santa Rosa Xtampak y las ocho estelas allá reportadas se encuentra a unos 45 km en línea recta. Dzibilnocac, que también tiene estelas y monolitos, dista unos 27 km de Tabasqueño. Hacia el noroeste, a escasos 5 km, se halla San Miguel Pakchén (Xpulyaxché de Maler), de donde se conoce una pequeña estela. En ese mismo rumbo, pero a unos 32 km de Tabasqueño, está Dzehkabtún, zona arqueológica que posee varias estelas con glifos y esculturas diversas. Teobert Maler (1895) descubrió y reportó el sitio por vez primera. Eduard Seler (1916) describió el edificio principal con base en el trabajo previo. Alberto Ruz (1945) mencionó algunos detalles de la arquitectura en pie. Ricardo Robina (1956) reportó detalles arquitectónicos y de la distribución de los inmuebles sobre una colina terraceada. Harry Pollock (1970) resumió la información previa y documentó a detalle su visita a la Estructura I, entonces uno de los mejores ejemplos de fachadas Chenes. David Potter (1977) comparó brevemente la información de Tabasqueño. Paul Gendrop (1983) ilustró los edificios del sitio y facilitó su comparación. Abel Morales y Betty Faust (1986) efectuaron los primeros análisis arqueo-astronómicos del sitio. Renée Zapata (1987) elaboró un plano preliminar de Tabasqueño. George F. Andrews (1986) contribuyó con más detalles arquitectónicos de Tabasqueño. Sprajc y Sánchez Nava (2013) reevaluaron y estudiaron diversos temas de la astronomía prehispánica del sitio. Las primeras labores de conservación en Tabasqueño fueron realizadas por Agustín Peña en 1979. Antonio Benavides C. (1992) efectuó labores de consolidación en la torre y en algunos sectores del Palacio. Posteriormente, bajo la dirección de Ramón Carrasco (2003), se intervinieron el Palacio-Templo, la Estructura 1-A y la Estructura 3. Sara Novelo y Antonio Benavides C. supervisaron el traslado de esculturas (2009) y de sillares decorados (2013).