Este tipo de cuadernillos fue el resultado del ingenio y esfuerzo que aplicaron las ordenes religiosas para encontrar un método que facilitara su misión evangelizadora. De acuerdo a algunos cronistas, se atribuye a Fray Jacobo de Testera la idea de representar por medio de imágenes los principales misterios de la fe cristiana, por tal motivo a este tipo de manuscritos se les ha denominado testerianos. A través de preguntas y respuestas, el catecismo Gómez de Orozco muestra cómo se enseñaba el significado de varios puntos fundamentales en el cristianismo, sin embargo el documento no está completo ya que sólo se conservan seis hojas de papel europeo pintadas por ambos lados.

En cada hoja se encuentran siete renglones horizontales con figuras sencillas delineadas en negro y sólo algunas con un poco de color. Sobre cada serie de figuras hay textos en náhuatl que permiten conocer su significado y cada asunto es separado del que le sigue por medio de dos rayas verticales. El sentido de la lectura va de izquierda a derecha siguiendo el renglón a la siguiente página. Algunos de los misterios que trata son el de la trinidad, la encarnación, la vida y muerte de Jesucristo, destinos de los que cumplen o no los mandamientos, entre otros.